Tortura: herramienta para castigar la organización comunitaria en Eloxochiltán, Oaxaca

Por: Karen Castillo y Edgar Fernández – @ObsLibertad

Eran aproximadamente las 3 de la tarde del 21 de noviembre del 2023. Artemio Vidauria Romero, Jaime Vidauria Romero, y Ranulfo Vidauria, junto con otras mujeres y hombres de la comunidad mazateca de Eloxochitlán de Flores Magón, Oaxaca, se preparaban para comer y descansar después de una larga jornada de limpieza del espacio comunitario Tierra Fértil.

De pronto un grupo de hombres armados irrumpió en la pequeña construcción de lámina en donde se encontraban. Los hombres tiraron las sillas y la comida que se había preparado; golpearon a los presentes incluyendo mujeres de la tercera edad, y amenazaron con disparar a quienes sacaron su celular para documentar la agresión. Dos mujeres denunciaron que les apuntaron directamente en la cabeza amenazándolas de muerte.

Con golpes, los hombres obligaron a Artemio, a Jaime y a Ranulfo a subirse a un vehículo de color rojo y a otro de color azul, ninguno de los vehículos contaba con identificación de alguna dependencia oficial. Sin embargo, una camioneta de la Policía Estatal escoltó a los dos coches particulares ya que lograron llevarse a los tres hombres.

No fue hasta ocho horas después que la Fiscalía de Oaxaca informó que los tres hombres mazatecos habían sido trasladados al Reclusorio de Tanivet, el cual está ubicado en Tlacolula, Oaxaca a más de siete horas de Eloxochitlán.

Durante las entrevistas con su defensa, Artemio, Jaime y Ranulfo denunciaron que al llegar a Tanivet, miembros policiales los encerraron en un cuarto oscuro en donde los golpearon en todo el cuerpo, los azotaron contra la pared, y los golpearon múltiples veces en los oídos y en la sien. También denunciaron que los policías los obligaron a desnudarse, a realizar lagartijas y sentadillas en esta condición.

“A mí se me secó la lengua ya no podía respirar, pensé que hasta ahí iba a llevar, mi lengua se hizo como bola, solo Dios sabe porque nos dejó vivir. Me dolió mucho cuando vi cómo golpeaban a mi tío y a mi hermano. Todos dijimos hasta aquí llegamos.  Después nos metieron en una celda, no había agua para tomar, no podíamos ir al baño. Nos dieron pura tortilla que no sirve, hasta a un cerdo le das algo mejor, nos dieron comida descompuesta.”

Testimonio de Artemio Vidauria

Al tener conocimiento de estos hechos, su defensa legal interpuso una queja en la Defensoría de Derechos Humanos de Oaxaca, además de denunciar los actos de tortura durante la audiencia de vinculación a proceso en la cual los hombres mostraron al Juez de Primera Instancia los moretones y marcas que tenían en el cuerpo.

Después de ocho días de permanecer privados de su libertad, Jaime, Arnulfo, y Artemio fueron liberados debido a que no se pudo comprobar su participación en el delito por el cual fueron detenidos.  Sin embargo, la denuncia de tortura no fue retomada por el Juez de Primera Instancia de Huautla hasta el momento, tampoco ha habido avances en la denuncia interpuesta en la Defensoría de Derechos Humanos de Oaxaca.

De acuerdo con la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles e Inhumanos o Degradantes (LGPIST) la cual fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 26 de junio de 2017, los actos infligidos en Artemio Vidauria Romero, Jaime Vidauria Romero, y Ranulfo Vidauria, constituyen actos de tortura.

Esta no es la primera vez que hombres armados privan de su libertad y torturan a personas de la comunidad de Eloxochitlán.

Desde hace nueve años, la Asamblea Comunitaria de Eloxochitlán se enfrenta a la criminalización de sus integrantes, cincuenta y seis personas de la Asamblea son acusadas por homicidio, tentativa de homicidio, incendio y daños por incendio. Veintitrés de ellas han sido detenidas de forma arbitraria, torturadas y sus procesos penales plagados de faltas al debido proceso, irregularidades y violaciones a los derechos humanos.

Gracias a la lucha de la comunidad, en su mayoría mujeres, se ha logrado arrancar libertad de todas las personas. Sin embargo, los cuatro expedientes penales que existen en contra de la comunidad continúan abiertos.

Víctimas como Jaime, Artemio y Ranulfo viven con miedo y reportan secuelas físicas y emocionales como consecuencia de la tortura y la prolongación del acoso judicial que experimentan. Familiares directos de las víctimas también expresan tener afectaciones en sus relaciones sociales, sentimiento de vergüenza frente al resto de la comunidad y la vulneración de otros de sus derechos humanos como el derecho a la educación y a la salud.

De esta forma, la tortura aunada a la dilación del proceso penal, se han convertido en una práctica sistemática que tiene como finalidad mantener paralizada a toda la comunidad y desarticular la lucha por la defensa del territorio y por el derecho a la libre autodeterminación de Eloxochitlán.

“Mi hermano le enseñó al juez los moretones y golpes, no hizo nada. Yo no podía mover todo un brazo, por tres meses casi no lo pude usar. Me tardé mucho en recuperarme, no pude trabajar muchos meses después de que salimos.  A veces se me olvidan cosas, me golpearon mucho en la sien con las dos manos y eso me ha dolido mucho.”

Testimonio de Artemio Vidauria 

En esta investigación abordaremos el caso de Artemio Vidauria, Ranulfo Vidauria y Jaime Vidauria para demostrar los impactos que la tortura tiene a nivel individual, familiar y comunitario en la comunidad de Eloxochitlán.

Es importante recalcar que, la tortura en Eloxochitlán, está directamente relacionada al proceso penal que ha facilitado la detención arbitraria de personas en la comunidad. Mientras el proceso penal siga siendo alargado y obstaculizado por autoridades judiciales de Oaxaca, las personas en Eloxochitlán seguirán siendo vulnerables a detenciones arbitrarias y a actos de tortura.

Acompáñanos a conocer la historia de Eloxochitlán y su resistencia frente a una década de encarcelamiento y tortura.

Diez años de lucha y resistencia por la autonomía y la libertad

Eloxochitlán de Flores Magón es una comunidad indígena mazateca. La mayoría de los habitantes se dedican a la siembra de maíz y café.

La lucha por la libre autodeterminación y autonomía del pueblo mazateco de Eloxochitlán tiene influencia de los ideales anarquistas del revolucionario Ricardo Flores Magón quien era originario de esta comunidad y que, como sus compatriotas, enfrentó la persecución y encarcelamiento político durante toda su vida.

En 1995, la comunidad logró ser reconocida como una comunidad con Sistema Normativo Interno propio, dando lugar al fortalecimiento de las asambleas comunitarias y a la defensa del territorio.

El inicio de la violencia política en contra de la Asamblea Comunitaria, comenzó en 2011 orquestada por el grupo caciquil en la comunidad liderado por Manuel Zepeda y Elisa Zepeda Lagunas.

Los grupos caciquiles en México ejercen un poder arbitrario y operan sobre todo en territorios locales y regionales. Además, son intermediarios entre el espacio en el que operan y grupos de poder como partidos políticos.

El grupo caciquil dedicado a la extracción de material pétreo de Manuel Zepeda y Elisa Zepeda Lagunas ha operado en Eloxochitlán de Flores Magón, explotando el río de la comunidad y ha mantenido una vinculación inicialmente al Partido Revolucionario Institucional (PRI), y actualmente, al partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA).

Después de las elecciones del 1ero de junio del 2024, Eliza obtuvo el cargo de Diputada por Representación Proporcional de Morena en el Congreso del Estado de Oaxaca.

“Antes de que pasara o el caso, mis hijos iban a la escuela, pero dejaron de estudiar porque yo tuve que dejar de trabajar. Esa mujer no se cansa, más daño hace y yo creo que más se burla. Ellos no tienen comportamiento de personas mazatecas. No son mazatecos. Ahorita no puedo ir al doctor, quiero ir a revisarme, pero no puedo ir porque me van a estar espiando.”

Testimonio Ranulfo Vidauria

En noviembre del 2014, el grupo caciquil tomó por la fuerza el Palacio Municipal y desconoció la elección por usos y costumbres de Alfredo Bolaños, líder cafeticultor de la Cooperativa de Productores Autónomos Tierra Fértil. El 14 de diciembre de ese mismo año, la comunidad se organizó para asistir al centro de la población y exigir el reconocimiento de la elección por usos y costumbres de Alfredo.

Ahí comenzó el ataque por parte del grupo de Elisa Zepeda, durante la trifulca, varias personas de la Asamblea Comunitaria lograron detener a Manuel Zepeda Lagunas, hijo de Manuel Zepeda y hermano de Elisa Zepeda.

Una comisión formada por Alfredo Bolaños, Herminio Monfil, Fernando Gavito, Omar Hugo Morales, y otros indígenas mazatecos quienes también tenían cargos comunitarios, trasladaron a Manuel Zepeda al Ministerio Público de Huautla de Jiménez el cual se encuentra a cuarenta minutos de Eloxochitlán.

La comisión de Alfredo llegó al Ministerio Público de Huautla en donde ellos aseguran que entregaron a Manuel Zepeda con vida. Alrededor de las once de la noche, la Policía Estatal pidió a Alfredo y a su comisión que los acompañara a la ciudad de Oaxaca ya que ahí rendirían su declaración.

Alfredo y sus demás compañeros no regresaron a Eloxochitlán, la Policía Estatal los llevó a la entonces Procuraduría del Estado de Oaxaca. Al tercer día de estar detenidos en los separos sin tener idea de lo que estaba sucediendo, los hombres fueron notificados de que estaban detenidos por el delito de homicidio en contra de Manuel Zepeda Lagunas.

La versión del Ministerio Público, es que se encontraron a los hombres mazatecos en una calle de Huautla en un vehículo marca Nissan en donde había un cuerpo sin vida del sexo masculino.

Sin embargo, la defensa de los hombres mazatecos rechaza esta versión además de señalar diversas irregularidades que han encontrado en el expediente. En primer lugar, la defensa resalta, el parte informativo de la causa penal 02/2015, en el cual agentes ministeriales declaran haber interceptaron el coche en donde trasladaban a Manuel Zepeda Lagunas. Los agentes entrevistaron a la comisión de Alfredo y también entrevistaron a Manuel; en su declaración lo agentes jamás mencionan que Manuel estuviera herido y mucho menos, sin vida.

Otras irregularidades en el expediente identificadas por la defensa, incluyen que no existe cadena de custodia del “lugar del hallazgo” ya que no hay una sola fotografía de la patrulla o el cadáver en donde supuestamente encontraron a los hombres mazatecos con el cuerpo de Manuel Zepeda Lagunas sin vida. Además, el levantamiento de cadáver, dictamen fotográfico y dictamen médico se realizaron en la Comandancia Regional a las 10:20 horas del 15 de diciembre de 2014 cuando según el Ministerio Público encontraron el cadáver el día anterior.

También se ha señalado que el dictamen médico del cadáver es irregular, especialmente las fotografías de la cabeza son tomas cerradas. La perita que realizó dicho dictamen dejó de laborar en la Procuraduría en el mes de enero de 2017 cuando la defensa de Alfredo y sus compañeros buscó interrogarla.

Otras 33 personas de Eloxochitlán fueron acusadas por homicidio de Manuel Zepeda Lagunas y por tentativa de homicidio en contra de Elisa Zepeda, además, el Ministerio Público inició otras tres causas penales. En total, 56 personas de la comunidad fueron acusadas y la mayoría obra en las cuatro causas penales que existen.

La mayoría de los integrantes de la Asamblea Comunitaria que han sido perseguidos y encarcelados, son líderes cafeticultores que impulsaron la creación de cooperativas de café, su detención implicó el desmantelamiento de varias de las cooperativas.

Para el 2016, cuarenta familias de Eloxochitlán tenían familiares encarcelados, perseguidos o desplazados. A la par, Elisa Zepeda comenzó a obtener diversos cargos públicos a nivel local y estatal.

En 2017, ya con la Asamblea Comunitaria en desplazamiento, encarcelada o perseguida; Elisa Zepeda fue elegida como Presidencia Municipal de Eloxochitlán. De acuerdo con testimonios de personas de Eloxochitlán, el proceso se realizó en secrecía y no existe evidencia de que se haya convocado a una Asamblea General para celebrar la elección

En 2018, Elisa escaló dentro del poder político de Oaxaca al obtener la diputación local en el Congreso de Oaxaca en donde estuvo tres años como Presidenta de la Comisión y Administración de Justicia. En 2012, fue elegida como Consejera Nacional de MORENA, y en 2022 asumió el cargo de Secretaria de la Mujer en Oaxaca al cual renunció a inicios del 2024. Después de las elecciones del 1 de junio del 2024, obtuvo el cargo de Diputada por Representación Proporcional de Morena en el Congreso del Estado de Oaxaca.

La Asamblea Comunitaria de Eloxochitlán acusa a Elisa Zepeda como la autoridad responsable de orquestar y promover la persecución política en contra de la comunidad, y por ende como responsable de la tortura sistemática que existe en Eloxochitlán.

“Mientras ellos se están enriqueciendo con el poder, una se va jodiendo más, uno piensa, ¿hasta cuándo nos van a dejar libres? Hasta que estemos muertos…. Lo que nosotros pedimos es estar libres para que se termine todo. Si no hubiera sido por esta causa no estaríamos así, esta causa nos está acabando físicamente, psicológicamente y económicamente.”

Testimonio de Ranulfo Vidauria

Es relevante mencionar que la tortura en Eloxochitlán ha sido facilitada por múltiples faltas al debido proceso y la dilación sistemática por parte del Juzgado Mixto de Primera Instancia de Huautla de Jiménez en donde se encuentran los cuatro expedientes.

Esto ha sido evidenciado a través de más de veintitrés amparos federales que protegen a los acusados de decisiones judiciales consideradas como violatorias a sus derechos humanos y el uso excesivo e injustificada de la prisión preventiva oficiosa.

El Juzgado de Huautla y el Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca son identificadas como las dos autoridades judiciales responsables de no cerrar el expediente y permitir que se siga deteniendo y torturando a personas de la Asamblea Comunitaria.

En entrevista con Daniel Sosa, abogado defensor de la mayoría de las personas acusadas en el caso de Eloxochitlán, explica que los cargos públicos que Elisa Zepeda ha obtenido han facilitado su posible intromisión en el proceso jurídico por su cercanía con el Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca.

“Eliza Zepeda estuvo dentro de la última legislatura del Congreso de Oaxaca y de ahí se vuelve presidenta de la Comisión de Justicia. Ella debió renunciar a ese puesto porque había un conflicto de interés, a ella le tocó nombrar a los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca.
Por salud del expediente, por transparencia, por respeto a la ética y al estado de derecho, ella debió de haber renunciado a ese puesto. Pudo haber renunciado y formar parte en otra comisión dentro de la legislatura. Y de manera coincidente, cuando ella ocupa ese cargo, empezamos a tener un revés. Entonces nosotros decimos, algo está pasando, comienza a haber una ruta de comenzar a negar todo, y no con argumentos legales sólidos, sino con argumentos totalmente inauditos.”

Testimonio Abogado Daniel Sosa

La detención de los Vidauria dentro del contexto de represión en Eloxochitlán.

Artemio Vidauria, Jaime Vidauria, y Ranulfo Vidauria, son parte del listado de personas de Eloxochitlán que enfrentan acusaciones penales desde 2014, los tres hombres están en dos de los cuatro expedientes.

Un día previo a su detención arbitraria, había concluido la Faena Internacionalista por la Libertad de los Presos y Perseguidos de Eloxochitlán, un evento organizado por la Asamblea Comunitaria que invitó a activistas y organizaciones de México y de otros países a conocer la lucha de la comunidad. Durante la Faena, Artemio, Jaime y Ranulfo aparecieron frente a las cámaras de medios de comunicación que estaban presentes. Portando paliacates de color rojo y verde, denunciaron el sufrimiento que han vivido como consecuencia de la persecución en su contra.

Esta fue la primera aparición pública que los Vidauria hacían desde 2014. Por casi diez años, los tres hombres habían permanecido desplazados o asilados de su comunidad por el miedo a ser detenidos como sus demás compañeros.

Su detención arbitraria la tarde del 21 de noviembre del 202, un día después de que terminara la Faena Internacionalista, fue percibida por la comunidad como un acto de castigo en contra de los tres hombres mazatecos y contra de las familias que participaron y organizaron la Faena Internacionalista.

Este es un patrón identificado por la comunidad en la última década: las detenciones y cateos en Eloxochitlán suceden días o semanas después de que se logra obtener la libertad de algún preso o después de que se logran avances en el caso.

“Yo estaba el día que lo detuvieron, sentí muy feo porque nunca había visto eso. A mi esposo le pegaron bien feo, y así lo subieron a un coche guinda, iban todos de civil. Cuando les dije: “No se lo lleven por favor”, me apuntaron su pistola, y me dijeron “cállate señora”.

Testimonio de Martha López esposa de Artemio Vidauria

Por ejemplo, el 20 de diciembre del 2022 se logró obtener la libertad de Isaías Gallardo y Omar Hugo Morales. A los seis meses, Marcelino Miramón y Paul Reyes, fueron detenidos de forma arbitraria y encarcelados. Paul Reyes estuvo seis meses en prisión y Marcelino Miramón diez meses. Ambos denunciaron que fueron golpeados y agraviados durante su detención.

La casa de Omar Hugo fue registrada a menos de un mes de su liberación por personas armadas que amenazaron de muerte a Adelina, esposa de Omar, y amenazaron con llevarse a su hijo mayor. Al entrevistar a Adelina, expresó sentir miedo y otros síntomas de estrés postraumático, sus hijos también viven con temor y en un estado de alerta constante.

Lo mismo sucede con todas las personas que hemos podido entrevistar en la comunidad.

A pesar de que las personas expresan sentir miedo, impotencia, cansancio y vulnerabilidad, la Asamblea Comunitaria ha sostenido la lucha por la libertad de las personas privadas de libertad  y perseguidas por una década. La resiliencia de la comunidad logró que, el 12 de julio de este año, fueran liberados los últimos tres hombres en prisión: Alfredo Bolaño y Fernando Gavito, que estaban a medio año de cumplir diez años en prisión sin sentencia, y Francisco Durán que había cumplido seis años en prisión sin sentencia. Los tres hombres fueron liberados por cambio de medida cautelar al considerar excesiva la prisión preventiva oficiosa.

Pese a que la liberación de los “últimos tres presos” fue un momento histórico para la comunidad, el proceso penal continúa; y, episodios como la detención y tortura que sufrieron Artemio, Jaime y Ranulfo es un referente en la comunidad sobre lo que puede pasar a quienes participan en la Asamblea Comunitaria.

“No vives al cien, a veces estoy al pendiente como tengo el temor de ya saber que me puede pasar. Varias veces no pude ir a la siembra colectiva, no pude acompañar a los que ya se nos adelantaron, ni tampoco a las faenas. Desde que salimos de la cárcel ya no habíamos ido tampoco a los eventos por los presos, apenas ahorita que salieron los tres compañeros inocentes, me animé a ir.
No puedes vivir en paz porque no sabes cuándo te van a estar espiando o cuando van a venir. Sé que algún día seré más feliz”

Testimonio de Artemio Vidauria

La tortura y su efecto desmovilizador

La LGPIST, así como la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, establecen que la tortura es una conducta que causa dolor o sufrimiento físico o psíquico a una persona 1) con el fin de obtener información o una confesión; 2) con fines de investigación criminal; 3) como medio intimidatorio; 4) como castigo personal; 5) como medio de coacción; 6) como medida preventiva 7) por razones basadas en discriminación; 8) o con cualquier otro fin.

En decir, más allá de la finalidad por el cual se inflija, la tortura es una práctica ilegal y debe ser investigada y sancionada.

En México, la tortura tiene dentro de sus muchas finalidades, desarticular luchas y movimiento sociales. Desde el periodo de la Guerra Sucia, el Estado mexicano ha utilizado la tortura como una práctica generalizada contra estudiantes, movimientos sociales, líderes de comunidades campesinas y pueblos originarios.

Esto ha sido reconocido a través de sentencias de la Corte IDH que han encontrado al Estado mexicano como responsable por actos de tortura. Por ejemplo, la sentencia del 28 de noviembre del 2018 por el Caso Mujeres Víctimas de Tortura Sexual en Atenco Vs. En México encontró al Estado mexicano responsable por actos de tortura física y psicológica, incluyendo tortura sexual, cometidos por agentes estatales en contra de 11 mujeres, durante las detenciones y traslados realizados en operativos policíacos en los municipios de Texcoco y San Salvador Atenco los días 3 y 4 de mayo de 2006.

En el caso de Oaxaca, la tortura se utiliza con el mismo fin.

Casos emblemáticos son, por ejemplo, los actos de represión perpetrados el 25 de noviembre del 2006 durante la revuelta de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), en donde se documentó que hubo al menos 139 detenciones realizadas con tortura.

La historia se repitió el 19 de junio de 2016, en un acto de represión masiva en Nochixtlán, en la Mixteca oaxaqueña en el contexto de la Reforma Educativa. El operativo “Oaxaca” terminó con 8 personas asesinadas, al menos 137 personas lesionadas y actos de tortura en contra de al menos 18 personas.

De acuerdo con COMITÉ DE DEFENSA INTEGRAL DE DERECHOS HUMANOS GOBIXHA, organización de la sociedad civil que ha estudiado el fenómeno de la tortura en Oaxaca, “la represión, en particular la tortura, no va dirigida únicamente a la persona torturada, fundamentalmente es la exhibición de un castigo ejemplar para el resto de la población, con el fin de desmovilizar y tener un control social más efectivo para quien ostenta el poder.”

En Eloxochitlán la tortura también ha tenido como finalidad sembrar terror en la comunidad con el fin de desarticular la organización social.  Es relevante puntualizar las secuelas producto de actos de tortura no se mantiene en lo individual, sino que afectan a las familiares de las víctimas y, en consecuencia, rompen el tejido social de una comunidad.

“Tenemos el trauma de que cada que pasa un carro ya salimos a ver quién es, así igual cuando mandan drones, mandan drones muy seguido, y los escuchamos. Tenemos el sentido del oído muy alerta. Sueño mucho que vienen hombres a detener a mi papá, pero ya sueño que yo lo defiendo o que lo ayudo a escapar.”

Testimonio de Cesia Vidaurida, hija de Ranulfo Vidauria

Al respecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha afirmado en reiteradas ocasiones que los familiares de las víctimas de violaciones de los derechos humanos pueden ser, a su vez, víctimas; incluyendo a madres y padres, hijas e hijos, esposos y esposas, y compañeros y compañeras permanentes, así como hermanos y hermanas.

En la sentencia del 28 de noviembre del 2018 por el Caso Mujeres Víctimas de Tortura Sexual en Atenco Vs. En México, la Corte Interamericana encontró al Estado mexicano responsable por múltiples violaciones a los derechos humanos de las mujeres denunciantes y por violar el derecho a la integridad de familiares de las víctimas directas.

Entre las circunstancias que la corte tomó en cuenta para considerar como víctimas a los familiares de las denunciantes se consideraron como motivo de causa de daños a su integridad: los sentimientos de angustia e incertidumbre a la raíz de la detención de familiares; el proceso de búsqueda de libertad y justicia; las secuelas a nivel personal, físico y emocional como consecuencia de la privación de la libertad y la tortura;  la presencia de amenazas y hostigamiento por parte de la policía; rupturas en la dinámica familiar como consecuencia de todo el proceso; el sentimiento de estigma y sentimiento de vergüenza frente a la sociedad; el sentimiento de miedo, inseguridad y vulnerabilidad frente a la represión del Estado; y la impunidad frente a la tortura.

Al entrevistar a víctimas directas de tortura en Eloxochitlán y a sus familiares, encontramos similitudes con el proceso que enfrentaron las víctimas de Atenco, en particular, el proceso de privación de la libertad y la tortura ejercida en contra de integrantes de la comunidad ha provocado profundas secuelas a nivel personal, familiar y comunitario.

Pese a que las entrevistas nos han permitido conocer algunas de las secuelas que el proceso penal y la tortura ha tenido en la vida de víctimas directas y de algunos de sus familiares más cercanos; es imposible dimensionar el nivel y profundidad de las afectaciones que la tortura ha tenido en los proyectos de vida de cada persona afectada.

Lo que sí podemos confirmar es que la tortura ha tenido efectos desmovilizadores en la organización comunitaria de Eloxochitlán causando fracturas en la comunidad.

Artemio Vidauria Romero

Artemio es originario de Barrio Escopeta, uno de los barrios de Eloxochitlán. Artemio se dedica a la siembra y también es albañil

“Yo me dedico al campo y hago un poco de trabajo de albañilería. Aquí siembro dos tipos de maíz, blanco y amarillo. Mis papás nos enseñaron a sembrar para no comprar, tenemos la idea de seguir esa cultura. También nos enseñó a sembrar café, a eso nos dedicamos, sembrar café es también una forma de defender la autonomía. Defendemos también el río y la naturaleza, me causa enojo cuando sacan piedra del río, porque el río es sagrado.”

El día de la detención, Artemio, junto con Jaime y Ranulfo, fueron obligados a desnudarse y a realizar sentadillas y lagartijas sin ropa.

De acuerdo con el criterio de la Suprema Corte de Justicia la desnudez forzada constituye una específica forma de violencia sexual que humilla a la víctima, pues la expone en toda su vulnerabilidad e indefensión y pretende eliminar su calidad de sujeto para exhibirle como un objeto. Además, es capaz de provocar un estado de terror psicológico ante la expectativa de que las agresiones sexuales aumentan su intensidad.

 “El día que nos detuvieron me golpearon con sus rifles, nos llevaron, nos esposaron. No nos dijeron porque nos habían detenido. Nos cambiaron cinco veces de carros de aquí a Oaxaca… Llegando a la cárcel nos metieron a un cuarto sin cámaras, no había nada, nos golpearon en la nunca y en la sien, nos azotaron contra la pared, estiraron nuestras piernas lo más que podían y si no se abrían más nos pateaban y dolía mucho. Nos desnudaron, nos hicieron hacer lagartijas como 24 lagartijas y 24 sentadillas. Nos dijeron que si lo reportamos nos iba a ir peor, nos dijeron que teníamos que decir que nos estaban tratando muy bien.”

“A mí se me secó la lengua ya no podía respirar, pensé que hasta ahí iba a llevar, mi lengua se hizo como bola, solo Dios sabe porque nos dejó vivir. Me dolió mucho cuando vi cómo golpeaban a mi tío y a mi hermano. Todos dijimos hasta aquí llegamos.  Después nos metieron en una celda, no había agua para tomar, no podíamos ir al baño. Nos dieron pura tortilla que no sirve, hasta a un cerdo le das algo mejor, nos dieron comida descompuesta.”

“Mi hermano le enseñó al juez los moretones y golpes, no hizo nada. Yo no podía mover todo un brazo, por tres meses casi no lo pude usar. Me tardé mucho en recuperarme, no pude trabajar muchos meses después de que salimos. A veces se me olvidan cosas, me golpearon mucho en la sien con las dos manos y eso me ha dolido mucho.

No vives al cien, a veces estoy al pendiente como tengo el temor de ya saber que me puede pasar. Varias veces no pude ir a la siembra colectiva, no pude acompañar a los que ya se nos adelantaron, ni tampoco a las faenas. Desde que salimos de la cárcel ya no habíamos ido tampoco a los eventos por los presos, apenas ahorita que salieron los tres compañeros inocentes, me animé a ir.

No puedes vivir en paz porque no sabes cuándo te van a estar espiando o cuando van a venir. Sé que algún día seré más feliz. Yo doy gracias a las mujeres mazatecas que nunca se han rendido, a mi esposa también que ha luchado y aguantado y no me dejó sólo, no se ha rendido.”

Martha López esposa de Artemio Vidauria

“Desde 2014 comencé a participar en la organización de Mujeres Mazatecas por la libertad de nuestros esposos, yo quería que mi esposo no estuviera perseguidor. Como mi esposo no podía salir porque si salía lo agarraban, yo tuve que ir a participar.

Yo estaba el día que lo detuvieron, sentí muy feo porque nunca había visto eso. A mi esposo le pegaron bien feo, y así lo subieron a un coche guinda, iban todos de civil. Cuando les dije: “No se lo lleven por favor”, me apuntaron su pistola, y me dijeron “cállate señora”.

Nos movimos a Oaxaca, estuvimos ocho días ahí, no llevábamos nada de ropa, nada. Así con lo que traíamos nos fuimos a Oaxaca. Yo exijo que ya se acabe esto, es una pesadilla.

Mis hijos sufrieron mucho, vivieron con miedo, mis hijas pensaban que ya no iba a salir su papá.

Yo ya perdí el miedo, la primera vez que iba a Oaxaca sí tenía mucho miedo. No quería salir en fotografías, me daba miedo que me hicieran algo. Pero ya no, ahora voy a luchar por mi esposo y por mis hijos.”

Ranulfo Vidauria Estrada

Ranulfo tiene 55 años, es originario de Eloxochitlán, habla mazateco y estudió la primaria. Ranulfo construyó la casa en donde vive con su esposa, hijos e hijas, y nietos. En su casa viven 14 personas, Ranulfo se dedica al campo, siembra maíz, café, y tiene borregos y otros animales.

El proceso penal que enfrenta afecta mucho su salud y el miedo de ser detenido le impide buscar atención médica.

“Fui al doctor después de meses de salir y tenía el azúcar en 350, todo lo que viví me puso mal, cuando regresé de la cárcel empecé a trabajar mi café, pero después me dijeron que Eliza Zepeda apeló mi libertad.

Después de escuchar eso dejé de trabajar, ya no he podido trabajar en mi café y eso afecta mucho a mi familia y a la casa porque no hay dinero. Ya no me permite estar libre. Mi hoja de libertad dice “libertad absoluta”, y ella apela y entonces me hizo recaer porque yo pensaba que ya estaba libre.

Mientras ellos se están enriqueciendo con el poder, una se va jodiendo más, uno piensa, ¿hasta cuándo nos van a dejar libres? Hasta que estemos muertos…. Lo que nosotros pedimos es estar libres para que se termine todo. Si no hubiera sido por esta causa no estaríamos así, esta causa nos está acabando físicamente, psicológicamente y económicamente.

Antes de que pasara o el caso, mis hijos iban a la escuela, pero dejaron de estudiar porque yo tuve que dejar de trabajar. Esa mujer no se cansa, más daño hace y yo creo que más se burla. Ellos no tienen comportamiento de personas mazatecas. No son mazatecos. Ahorita no puedo ir al doctor, quiero ir a revisarme, pero no puedo ir porque me van a estar espiando.”

Cesia Vidauria

Cesia es hija de Ranulfo, tiene 20 años y una hija. Para ayudar a los gastos de su familia, Cesia dejó de estudiar al terminar el bachillerato.

“Deje de estudiar porque mi papá no podía trabajar y entonces no habló de apoyo económico. Cuando recién inició el problema nos gritaban cosas en la calle, nos decían que éramos los hijos de los asesinos.

Cuando lo detuvieron en noviembre del 2023, sentí mucha preocupación y tristeza, tenía miedo de que le hicieran algo, tienen la costumbre de desaparecerlos unos días, tenía miedo de que lo fueran a golpear o que le fueran a hacer otra cosa.

Vivo con preocupación de que lleguen a detener a mi papá o a hacer algo porque aquí suben muchos coches extraños, traen los vidrios polarizados y no puedo ver. Me da preocupación que lleguen a venir.  Cuando eso pasa me ganan los nervios y me empiezo a preocupar, sueño mucho que se llevan a mi papá y se siente muy feo, despierto ya con preocupación.

Yo les diría que revisaran los papeles, ya está declarado que son inocentes, y no se me hace justo que después de todo esto quieren encerrarlos otra vez, no es justo.”

Ana Paulina Vidauria Castañeda

Ana Paulina tiene 25 años, es la hija mayor de Ranulfo. Ana Paulina tuvo problemas de adicción debido al proceso que ha enfrentado su papá.

“He tenido problemas de adicciones, me ha afectado mucho el proceso de mi papá. Actualmente estoy bien, pero la detención de mi papá me puso nerviosa, me costó concentrarme, pero logré hacer eso y mejor dije cómo podemos apoyar.

Nosotros fuimos al Juzgado de Huautla a protestar, todo el tiempo hubo hombres tomándonos fotografías. Cuando regresamos, tuve miedo de que subieran a catear como represalia a que nos estuviéramos manifestando.

Tenemos el trauma de que cada que pasa un carro ya salimos a ver quién es, así igual cuando mandan drones, mandan drones muy seguido, y los escuchamos. Tenemos el sentido del oído muy alerta, hay también gente sospechosa.

Sueño mucho que vienen hombres a detener a mi papá, pero ya sueño que yo lo defiendo o que lo ayudo a escapar. Siento que es por el apoyo que hemos tenido de muchas personas en todo el país, ya no tenemos tanto miedo como antes.”

Bertha Reynosa Bolaños, esposa de Jaime Vidauria

Bertha de 34 años conoció a su esposo Jaime por medio de la Asamblea Comunitaria en donde los dos participaban en la organización, se casaron a los 27 años y actualmente tienen 2 hijos.

El día de la detención arbitraria de su esposo Jaime, Bertha sentía miedo y algo de incomodidad en su cuerpo mientras levantaban las cosas que habían quedado de la Faena Internacionalista.

“Personas de aquí del pueblo que están con el grupo caciquil nos estaban vigilando, hasta videos nos tomaron. Esas personas por estos diez años siempre han dicho que nuestros compañeros nunca iban a salir de prisión, que ahí se iban a pudrir.

Yo estaba afuera lavando los platos cuando escuché que venían unos coches muy rápido, y grité a los demás, creo que son judiciales los que vienen ahí. Digo que son judiciales porque traían armas, pero venían vestidos de civil, me apuntaron con el arma cuando intenté cerrar la puerta.

La Policía Estatal llegó también le apuntaron a una compañera que intentó ir a avisar a otras personas. Mi suegra fue la que más sufrió, ella fue la que más gritó y se colgaba de mi esposo. Fue algo triste, tuve que tenerle el valor de decirle a mi suegra, déjalo que se lleven porque si no lo van a torturar más. Porque el señor que tenía a mi esposo, le dije que se lo llevara bien.

Cuando entramos a verlos, ellos nos dijeron que los habían torturado ahí, que los habían golpeado en varias partes del cuerpo, que fue horrible, intente no llorar para darle fuerza a mi esposo.

En la audiencia fue cuando pude ver todos sus moretones, la secretaría escribió lo que declaró mi esposo y le tomó fotos. Tenía moretones en las costillas.

Todo esto ha sido muy fuerte, cuando le abrieron el caso él se fue de aquí del Pueblo, y yo después de unos años también me fui porque era difícil estar aquí sola sin él. Pero fue difícil vivir fuera de aquí, en la pandemia regresamos porque no había trabajo en la ciudad. Por algo tuvimos que regresar.

Los niños han sufrido mucho, su mamá también, todos, es un peso terrible esto para los familiares.”

Aurelia, mamá de Jaime y Artemio

La mamá de Jaime y Artemio, Aurelia fue una de las personas presentes el día de la detención arbitraria de los Vidaura. Los hombres armados la golpearon cuando intentó evitar que se “llevaran” a sus hijos.  Con lágrimas, Aurelia, nos contó su testimonio al día siguiente:

“Estábamos calentando tortillas, se aparecieron personas que no se identificaron, aprehendieron a mis dos hijos, junto con otro compañero, los azotaron y lo metieron al coche.

Yo defendí a mis hijos, pero uno de los hombres sacó su pistola y la pusieron en mi cabeza, ya no pude hacer nada. Estoy muy dolida por todo lo que viví ayer y todo lo que sentí porque los que sí pueden y tienen poder pisotean a los que somos humildes, mi familia siempre ha sido humilde y campesina.

A mí me costó mucho criar y ver crecer a mis hijos, para que ahorita los maltraten. He sentido mucho dolor por todo lo que les han hecho estos años, de que estén perseguidos. Espero que todo esto se solucione pronto, yo pido que liberen a mis hijos lo más pronto posible, este caso ya es muy complicado para toda la comunidad; todo lo que se ha vivido.”

La tortura como política de gobierno

El deseo más grande de las personas entrevistadas en esta investigación es que el proceso penal que los ha mantenido en un estado de persecución por una década, termine de una vez por todas.

Las víctimas de tortura que hemos identificado expresan que han pensado en levantar denuncias formales ante la Fiscalía de Oaxaca.  Sin embargo, mencionan dos razones fundamentales para no denunciar.

Por un lado, argumentan que el proceso penal que enfrentan y el riesgo que sienten a ser detenidos, hace imposible que acudan voluntariamente a una fiscalía. En segundo lugar, dudan de que su denuncia llegue a alguna sentencia o castigo en contra de alguna autoridad.

Las personas de Eloxochitlán que han sido víctimas de tortura no están equivocadas, al realizar una solicitud de información la Fiscalía de Oaxaca para esta investigación, obtuvimos que, desde 2017 cuando se publicó la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles e Inhumanos o Degradantes, se han levantado 853 denuncias por tortura en el estado de Oaxaca, la mayoría cometidas por agentes de investigación estatal.

De esas 853 denuncias, ninguna ha culminado en una sentencia, es decir la impunidad en Oaxaca con respecto a la tortura es del 100%. En nuestra solicitud de información también preguntamos sobre el número de denuncias que se encuentran judicializadas, es decir, ninguna denuncia ha llegado a un proceso judicial.

La tortura en Oaxaca no sólo no se castiga, sino que simplemente no se investiga.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha reiterado que “la impunidad fomenta la repetición de las violaciones de derechos humanos”, además de enfatizar que son el Estado es el responsable de investigar actos de tortura como deber jurídico y no como mero trámite.

La tortura que se vive en Eloxochitlán demuestra que, pese a los acuerdos internacionales que México ha firmado en la materia, y las sentencias de la Corte IDH que han encontrado al Estado mexicano responsable de cometer actos de tortura y de no investigarlos; la tortura sigue siendo utilizado como una práctica generalizada y que tiene fines de desmovilización social.

Las secuelas y afectaciones que la tortura ha tenido en la comunidad indígena de Eloxochitlán son inconmensurables y en gran media irreparables.

El Sistema de Justicia Penal mexicano no considera los múltiples obstáculos para que las personas de Eloxochitlán levanten una denuncia por tortura; como lo es el lenguaje, la distancia entre la comunidad y las Fiscalías, el costo económico que implicaría dar seguimiento a una denuncia, y en general, cuestiones culturales que dificultan el navegar procesos burocráticos y jurídicos.

Considerando esto, sería importante preguntar lo que implicaría para las víctimas directas e indirectas de tortura en Eloxochitlán un proceso de justicia y reparación por el dolor y sufrimiento que viven hasta el día de hoy.

Lo que las familias que integran la Asamblea Comunitaria exigen, es que nunca más se vuelva a encarcelar de forma arbitraria y a torturar a alguien de la comunidad.

Para finalizar, nos parece necesario expresar que uno de los fines de esta investigación es que se logre conocer un poco del terror y el cansancio que las familias de Eloxochitlán experimentan.

Cada persona con la que hemos podido platicar quiere que su historia sea conocida, y que, de esta forma, tanto dolor y miedo no quede en olvido; que otras personas tengan conocimiento de que en Eloxochitlán hay familias que están siendo torturadas y que, en medio de tanto terror, la comunidad sigue luchando y creyendo en la libertad, en la fe, y en la solidaridad.

Agradecemos profundamente a todas las familias que nos han permitido conocer su historia, que nos han ofrecido una taza de café, y que han tenido el valor y la confianza en nosotros para compartir actos que les han marcado por siempre. Esperamos que esta investigación sea un pequeño acto de justicia para ellas.

Las familias de Eloxochitlán merecen vivir en paz.

Esta investigación que fue realizada en el marco del proyecto “Periodistas contra la Tortura” con el acompañamiento de la organización Documenta. El contenido de este reportaje es responsabilidad de su autora y no necesariamente refleja el punto de vista de Documenta.

Referencias

https://www.corteidh.or.cr/sitios/libros/todos/docs/cuadernillo24.pdf

https://codigodh.org/wp-content/uploads/2019/04/Informe-Tortura-2019-CodigoDH.pdf

https://www.sitios.scjn.gob.mx/cec/sites/default/files/publication/documents/2023-10/CDJ_Tortura%20y%20otros%20tratos%20o%20penas%20crueles_Electro%CC%81nico.pdf Página 184

https://memoriaylibertad.wixsite.com/inicio/about-1

https://memoriaylibertad.wixsite.com/inicio/post/alerta-por-incursi%C3%B3n-de-guardia-nacional-a-eloxochitl%C3%A1n-e-incremento-de-represi%C3%B3n-a-luchas-de-comuni

https://memoriaylibertad.wixsite.com/inicio/post/ofelia-sigue-esperando-a-alfredo-entre-matas-de-cafe

https://memoriaylibertad.wixsite.com/inicio/post/hijos-de-marcelino-miram%C3%B3n-obligados-a-abandonar-su-educaci%C3%B3n-el-costo-de-la-prisi%C3%B3n-pol%C3%ADtica-en-el

https://memoriaylibertad.wixsite.com/inicio/post/prision-en-eloxochitlan-prueba-de-que-la-justicia-en-oaxaca-no-existe

https://memoriaylibertad.wixsite.com/inicio/post/violaciones-a-derechos-humanos-en-el-caso-de-marcelino-miram%C3%B3n-de-eloxochitl%C3%A1n

https://avispa.org/mexico-justicia-de-oaxaca-instrumento-de-tortura-contra-los-presos-politicos-de-eloxochitlan/

https://avispa.org/justicia-o-tortura-estrategias-penales-en-oaxaca-contra-presos-politicos-indigenas/

https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/lgpist.htm

https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/hechos-y-derechos/article/view/18112/18381

https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5560604&fecha=17/05/2019#gsc.tab=0

AGUILAR TERRÉS, María de la Luz, Guerrilleras, México, 2007.

FOUCAULT, Michel, Vigilar y Castigar: El nacimiento de la prisión, Madrid, Siglo XXI, 2012.

SEGATO, Rita, Las estructuras elementales de la violencia, Quilmes, Universidad Nacional de Quilmes, 2003.

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