Además de las tiendas, fondas y papelerías, la renta de ropa es otro de los negocios que existen afuera de algunos centros penitenciarios mexiquenses.
Este negocio ha sacado de apuros a muchas personas que han tenido problemas para ingresar al penal a visitar a sus familiares, por no estar vestidas de forma adecuada.
Toda vez que la Secretaría de Seguridad no permite el ingreso a los visitantes vestidos de color azul rey, beige, gris, negro, totalmente de blanco o naranja, o con tonos muy oscuros.
Por esa razón, surgieron los establecimientos que venden y rentan pans, sudaderas y playeras, de color rojo y rosa, principalmente.
“Les rentamos porque a veces los nuevos no saben como está el procedimiento aquí y nada más pueden pasar con algunos colores”, dijo una empleada, que prefirió el anonimato.
Aunque el precio por prenda es de aproximadamente 25 pesos, algunos visitantes de bajos recursos consideran que la renta es costosa.
La trabajadora destacó la importancia de este negocio, al ser un apoyo para las personas que muchas veces provienen de otros estaos o de municipios lejanos.
Algunos locales que rentan prendas ofrecen a sus clientes el servicio de vestidores, aunque también hay puestos semifijos que ofrecen el servicio.
Cabe mencionar que en los centros penitenciarios del estado de México, tampoco está permitido que los visitantes ingresen con batas de cualquier tipo, blusas escotadas, bufandas, mascadas o corbatas.
Otras prendas que no están autorizadas son: las chamarras o abrigos voluminosos, fajas, gorras y sombreros, pantalones tipo tácticos, faldas, shorts y vestidos cortos, ropa ajustada u holgada.