Elvira es una mujer indígena mazahua sentenciada a 33 años de prisión, por el delito de trata de blancas en la modalidad de explotación infantil, por poner a sus hijas a vender nopales y quelites en un tianguis del Estado de México.
Diana Clara Piña García, jefa suprema mazahua de la comunidad de San Felipe del Progreso, consideró que esto fue consecuencia de la violencia vicaria que el ex marido ejercia en su contra.
Tras haberse divorciado, él manipuló a dos de sus hijas, para que la acusaran, como una forma de represalia,relató.
Influenciadas por el padre, las adolescentes, declararon que las obligaba a vender nopales, quelites, ajos y bolsas de mandado, en un tianguis del municipio.
“Cuando Elvira se dedicaba a trabajar y de pronto quiso tener una relación, a ella se le criminalizó. Se le acusó de trata de blancas en la modalidad de explotación infantil, con agravante, por ser sus hijas”, refirió Piña García.
La jefa suprema relató que Elvira habia encontrado en el comercio una alternativa para mantener a sus cuatro hijos, ante el abandono del padre.
Hace cuatro año, elementos de la policía de investigación de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) detuvieron a Elvira.
Piña García asegura que la detención fue con lujo de violencia y en presencia de la menor de la hijas.
“La niña vio como detuvieron a su mamá, como si fuera un criminal muy peligroso. Ella iba a su trabajo, iba a vender. Se subió al camión y la bajaron con lujo de violencia. Le dejaron tirados sus productos ahí”, relató.
En un comunicado, la FGJEM refirió que en 2019, el padre “rescató” a sus hijas y presentó una denuncia en contra de Elvira.
Piña García señaló que el personal de la fiscalía le ofreció la opción de salir bajo fianza, con el pago de tres millones de pesos.
“Díganme de dónde vamos a sacar tres millones de pesos si vendiendo nopales ganamos 200 pesos”, señaló.
Elvira ha sufrido violaciones al debido proceso y a sus derechos humanos
Actualmente, se lleva a cabo la reposición del procedimiento.
Mientras tanto, Elvira se encuentra privada de la libertad en el penal de Santa Martha Acatitla, tras ser reubicada del centro penitenciario de Ixtlahuaca.
Debido a que no domina el español, durante las audiencias se asigna un interprete, pero poco le ha servido porque la variante del lenguaje mazahua que habla es distinta.
Este jueves, un grupo de personas, provenientes de San Felipe del Progreso se manifestaron en Toluca para exigir justicia y libertad para Elvira.
Exigieron al Poder Legislativo del Estado de México revisar el caso y poner en práctica la Ley contra la violencia vicaria, para evitar que casos como éste se vuelva a repetir.
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